Muy poca gente me conoce, generalmente me juzgan
por mi apariencia, tienden a hacerse una vaga idea de que soy alguien apacible,
sin carácter tal vez, me es muy lamentable que mis facciones no demuestren mi naturaleza.
Por ahora no paso por un buen momento en
mi vida; es de esos, los que presuntamente te enseñan a ser mejor persona, de
esos en los que debes aplicar el "si te caes, debes levantarte" y
todos esos clichés estúpidos para subir mi cada vez más invisible autoestima.
Hasta ahora sólo he aprendido cosas malas,
¿Dónde está el lado bueno de esto? Puede ser que esa sea una pregunta capciosa
o sólo una burla a mi estado. Lo confirmo porque lo he visto desde distintos
puntos: desde una cristiana abnegada hasta a una renegada atea; desde la más
optimista hasta la más pesimista.
Muchos dirán que uno sufre porque quiere,
pero ¿Dónde está mi voluntad de sufrir?
Cuando todos te dan la espalda o
simplemente viven sus vanales vidas, me doy cuenta que quizá aprendí mal, probablemente
me hice dependiente de las personas que me rodeaban, acaso espero recibir a
cambio eso que di o tal vez sólo quiero alguien con quien hablar, ¡Ay, pobre
idiota que soy!
No quiero ser una tonta dramática y dejar
a entender mi próximo paso: un teatralizado y muy bien elaborado suicidio, pero
creo que lo soy, si a alguien debo criticar, si debo esperar algo o confiar en
alguien, es en mí.
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